12/04/2009

Almuerzo

Fragmentos de memoria 1: estoy en casa de mis tías para un almuerzo. Oigo la mayor deshilar su rosario habitual de quejas y enfermedades. Hablamos de los parientes que ya no vemos, de la crisis, de la recesión (palabra dicha como si fuera nueva), del viaje al Amazonas, de los mosquitos y de la mala suerte en general. Pasamos, por fin, a la mesa, soy confrontado con un plato de pescado, comido con hombría, sigo al arroz, a la torta, llegando al inevitable salpicón. Sobrevivo a todo eso, un cafecito y ellas charlan de como todo se queda mejor, malgrado la crisis, de como hace diez años tuvimos una etapa mucho más terrible. Finjo que creo, me despido con la contenida y necesaria efusividad y ya estoy en la calle. Hace frío, el cielo está gris, llueve. Paraguas: nunca me acuerdo de los paraguas.
Fragmentos de memoria 2: estoy en una librería cualquiera, pregunto por clasicos en español, segundo la chica no hay muchos, sólo versiones de Sidney Sheldon (!). Inútil preguntar por Cortázar. Recuerdo de los ojos de mi tía, extraños como los de un personaje de Cortázar: dos pelotas verdes y líquidas, agitandose, febriles (a veces, se les cae una lágrima – no de dolor o de llanto, a causa del polvo). De vuelta a la calle por la escalera mecánica, un hombre pide limosnas que no las daré. Pienso en el gran dibujo que nunca haré, en las mujeres que no tendré, en como me gustan las chicas de ancas largas, en como son irreales algunas que ya se fueron, en como no se debe pensar con el hígado para no peorar las cosas. Hace frío, el cielo nunca estuvo tan gris. Paraguas: nunca me acuerdo de los paraguas.

2 comentários:

Alice Salles disse...

Ai! Meu terror ao espanhol me impede querer ler mais, mas li o suficiente pra achar um absurdo não terem os clássicos em espanhol! Ai ai ai, Sidney Sheldon!? Meu bom senhor...

Paulo Barbosa disse...

È o que eu sempre digo, Alice: jamais confunda livreiro com intelectual...